
Las excavaciones arqueológicas realizadas en el yacimiento galo de Urville-Nacqueville, a unos diez kilómetros al oeste de Cherburgo, desenterraron en 2010 un objeto de madera muy inusual. Se trata del primer objeto de este tipo descubierto en la Galia celta. Preservado de la descomposición natural por la humedad constante del suelo desde que fue enterrado entre los años 120 y 80 a.C., fue desenterrado en una zanja de un recinto donde se encontraba junto a un depósito igualmente notable de costillas de ballena.
Este modelo mide 51 cm de largo, 1,2 cm de grosor y pesa 190 gramos. Está fabricado con madera maciza de haya procedente de los bosques gestionados de forma sostenible del Franco Condado, que cuentan con la certificación PEFC.
Protegido con aceite de semilla de chía ecológico cultivado en Francia.
Distancia de 30 a 40 metros.